14 décembre 2005
El rey de la selva
Cuando le dieron la noticia sobre los aviones que impactaron contra las Torres Gemelas de Nueva York, él se encontraba en una escuela pública en Miami. Estaba sentado en una banca al frente de la pizarra y mecido por la batahola de los niños cuando se le acercó uno de sus asistentes y le dijo algo al oído. Fueron los catorce minutos más largos de un Presidente que no supo que hacer con semejante noticia. ¿O de repente sí?
En el documental FAHRENHEIT 9/11 del robusto y sarcástico Michael Moore, el Presidente de los ojos empecinadamente juntos, se debate, durante esos catorce minutos, en un dilema que se le exterioriza en la mirada inquieta, en las manos impacientes, en las piernas que cruza y descruza. Luego saldría corriendo protegido por ese séquito de agentes de seguridad que suele acompañarle, antes de ser introducido, como un saco de papas, en el blindado coche presidencial.
En Lincoln blindado a prueba de uranio-14, otro asistente le entregaría el discurso escrito mucho antes del atentado. Un texto en el que condena el ataque, clama venganza, identifica al presunto enemigo diabólico (miembro del Eje del Mal), y le amenza con invadirlo y derrocarlo.
Pocos meses después cumpliría al pie de la letra las amenazas de su discurso invadiendo Afganistán y al cabo de otro año, arrasando y ocupando Iraq y sus ricos campos petrolíferos.
Cuatro años después de los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono, el Presidente sorprende a todos con una declaración tan cínica que produce escalofríos.
Ha dicho que los datos que llevaron a la invasión Iraq en marzo de 2003 fueron "equivocados". Que todo se hizo en base de una presunción, aunque consideró "justa" la decisión de derribar el gobierno del entonces presidente iraquí, Saddam Hussein.
Aquí sus recientes citas textuales:
"Cuando tomamos la decisión de ir hacia Iraq, muchas agencias de inteligencia de todo el mundo juzgaron que Saddam poseía armas de destrucción masiva", dijo Bush en el mensaje que pronunció en el Woodrow Wilson Center, un centro de estudios de la capital norteamericana.
"Este juicio fue compartido por las agencias de inteligencia de gobiernos que no apoyaron mi decisión de remover a Saddam", aseguró Bush, quien admitió que "es verdad que mucha de esta inteligencia resultó equivocada".
Sigue causando espanto la política exterior del actual inquilino de la Casa Blanca: disparar a matar y luego dar el alto y pregutar quién vive...
Cuando le dieron la noticia sobre los aviones que impactaron contra las Torres Gemelas de Nueva York, él se encontraba en una escuela pública en Miami. Estaba sentado en una banca al frente de la pizarra y mecido por la batahola de los niños cuando se le acercó uno de sus asistentes y le dijo algo al oído. Fueron los catorce minutos más largos de un Presidente que no supo que hacer con semejante noticia. ¿O de repente sí?
En el documental FAHRENHEIT 9/11 del robusto y sarcástico Michael Moore, el Presidente de los ojos empecinadamente juntos, se debate, durante esos catorce minutos, en un dilema que se le exterioriza en la mirada inquieta, en las manos impacientes, en las piernas que cruza y descruza. Luego saldría corriendo protegido por ese séquito de agentes de seguridad que suele acompañarle, antes de ser introducido, como un saco de papas, en el blindado coche presidencial.
En Lincoln blindado a prueba de uranio-14, otro asistente le entregaría el discurso escrito mucho antes del atentado. Un texto en el que condena el ataque, clama venganza, identifica al presunto enemigo diabólico (miembro del Eje del Mal), y le amenza con invadirlo y derrocarlo.
Pocos meses después cumpliría al pie de la letra las amenazas de su discurso invadiendo Afganistán y al cabo de otro año, arrasando y ocupando Iraq y sus ricos campos petrolíferos.
Cuatro años después de los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono, el Presidente sorprende a todos con una declaración tan cínica que produce escalofríos.
Ha dicho que los datos que llevaron a la invasión Iraq en marzo de 2003 fueron "equivocados". Que todo se hizo en base de una presunción, aunque consideró "justa" la decisión de derribar el gobierno del entonces presidente iraquí, Saddam Hussein.
Aquí sus recientes citas textuales:
"Cuando tomamos la decisión de ir hacia Iraq, muchas agencias de inteligencia de todo el mundo juzgaron que Saddam poseía armas de destrucción masiva", dijo Bush en el mensaje que pronunció en el Woodrow Wilson Center, un centro de estudios de la capital norteamericana.
"Este juicio fue compartido por las agencias de inteligencia de gobiernos que no apoyaron mi decisión de remover a Saddam", aseguró Bush, quien admitió que "es verdad que mucha de esta inteligencia resultó equivocada".
Sigue causando espanto la política exterior del actual inquilino de la Casa Blanca: disparar a matar y luego dar el alto y pregutar quién vive...
# posted by Llullasunqu @ 17:07 
Comments:
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Has olvidado mencionar que recien el otro dia acepto que habian 30,000 Iraquies muertos desde comienzo de la guerra sucia.
Los argumentos para la guerra no fueron solamente lo de las armas ni lo del petróleo. Cierta propaganda progresista quiere hacer creer que la guerra de Irak se debio solamente a un par de ocurrencias.
En su momento la principal argumentación (entre muchas otras) fue el acabar con el regimen represivo y dictatorial de Saddam, como se puede leer en este link:
http://instapundit.com/archives/022447.php
Fue así que la guerra recibió luz verde de parte del CONGRESO, donde votaron a favor muchos de los que ahora se oponen: Kerry, Edwards, Kennedy, etc... Incluso Clinton estuvo a favor de la intervención mencionando incluso lo de las armas. Pare él SI eran el problema principal: http://www.washtimes.com/national/20051115-113127-4709r.htm
Las cosas tal como son... para no caer en las modas "anti".
En su momento la principal argumentación (entre muchas otras) fue el acabar con el regimen represivo y dictatorial de Saddam, como se puede leer en este link:
http://instapundit.com/archives/022447.php
Fue así que la guerra recibió luz verde de parte del CONGRESO, donde votaron a favor muchos de los que ahora se oponen: Kerry, Edwards, Kennedy, etc... Incluso Clinton estuvo a favor de la intervención mencionando incluso lo de las armas. Pare él SI eran el problema principal: http://www.washtimes.com/national/20051115-113127-4709r.htm
Las cosas tal como son... para no caer en las modas "anti".
je je no hago ni lo uno ni lo otro. No menciono muertos ni justifico en si la guerra. A lo que iba es a los argumentos que sirvieron para proceder con la intervencion. Lee bien hombre... te contagias mucho de lita.
Y eso que hasta hace poquito la progresía salia escupiendo por todas partes que la cuota de victimas era de 100000!! Miralo en mi post: 100000?
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